martes, 7 de enero de 2014

COWGIRL

Posted on January 4, 2014 at 9:02 am by  


La había conocido hacía un rato en la barra, bailamos y luego nos sentamos en el mismo banco de un cubículo en el rincón de la disco.
-Apuesto a que sos como todos, lo único que quieres es disparar tu pistola- me dijo con risa entretenida.
-¿Alguna vez pensaste por qué le dicen pistola?- Evadí el comentario anterior mientras fondeaba un vaso de energizante con vodka.
-Porque es igual- acusó ella –misma forma-
-Pero se manipula distinto- Contradije.
-No necesariamente cariño, te voy a enseñar, date la vuelta-
Giré mi cuerpo sobre el banco de modo que quedé mirando directamente hacia la pared. Ella levantó una mano sobre mi hombro y comenzó a masajearlo (una actitud un tanto jugada pero no impropia del lugar), pero con la otra mano atravesó el hueco entre el respaldo de la banqueta y mi cintura y llegó fácilmente a mi entrepierna. Camuflada por nuestras espaldas y la pared logró desabrocharme el jean y liberar mi miembro.
Ya estaba semi erecto, en un estado que llamo “gomoso”. Liberó mis testículos y los colocó en su mano, conteniéndolos con sus dedos meñique, anular y mayor, mientras que con el índice y pulgar abrazó el tronco de mi verga desde la base. Así, tomándome desde atrás me susurró al oído. –Ves cariño como se agarra exactamente igual que a una pistola, la única diferencia es que voy a tener que gatillarla 150 veces para que dispare-. Y comenzó a masturbarme en la base del tronco con sus dos dedos mientras que con el resto acariciaba mis huevos. No aguanté 50 gatilladas antes de disparar un enorme cartucho de semen sobre el banco de madera, ella ni se salpicó.
–A veces no puedo evitarme las ganas de disparar una buena pistola- me dijo y salió de la disco.

W. G. RIVERS

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